Justo en 2005, dos investigadores holandeses dieron con el dato: la lengua del camaleón es capaz de recorrer 26 veces por segundo la longitud de su propio cuerpo. Lo enunciaron de este modo porque la potencia muscular del camaleón varía según su tamaño y especie; o sea, la rapidez es relativa. Aun así, para hacernos una idea, si un ejemplar de los que podemos encontrar en España (Chamaeleo chamaeleon) mide unos 22 cm, significa que su lengua sale despedida a más de 57 metros por segundo.
Visto de otro modo: en una décima de segundo, la lengua del camaleón recorre una vez y media la longitud de su cuerpo, lo que no está nada mal. Los mismos investigadores han descubierto, gracias entre otras cosas a una cámara de alta velocidad, que el camaleón no solamente golpea y abraza a la presa, sino que también la succiona.
Lo más asombroso es, quizá, el mecanismo de lanzamiento: el cráneo del camaleón posee unos huesos con forma de Y, de modo que la lengua, apoyada en ellos, sale disparada como en un tirachinas.
Lo más asombroso es, quizá, el mecanismo de lanzamiento: el cráneo del camaleón posee unos huesos con forma de Y, de modo que la lengua, apoyada en ellos, sale disparada como en un tirachinas.
Otra curiosidad de los camaleones es que, al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, no cambian de color según el ambiente para camuflarse; lo camaleones cambian de color normalmente para expresar una condición fisiológica (relacionada con la temperatura o la hora del día) o una condición psicológica (provocada por la proximidad de un eventual adversario o pareja).
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